Columna de Opinión para Guionactualidad
“Los niños ven como promedio 5
horas de televisión al día. A los 15 años, una persona ha visto la misma
cantidad de televisión, que horas de escuela”, dijo el Periodista Amaro Gomez
Pablos, durante una cátedra ofrecida en una universidad chilena, ante cientos
de jóvenes, el año pasado.
Esta cifra refleja el impacto que
tiene la televisión en la formación y educación de niños y jóvenes. Por ello,
no es menor los temas y la programación que se ofrece en el medio de
comunicación más masivo e influyente que existe en la actualidad, y que lo
convierte “en el mejor vehículo para sintonías y avisajes orientados a grandes
masa de personas” según el periódico The Economist.
Temas como la violencia,
el sexo, las drogas y la delincuencia deben ser tratados con criterio y visión
amplia, pues la mayoría de los menores se entretienen viendo la TV mientras sus
padres se ausentan por motivos laborales. El problema radica en que, de no
tener una comunicación con sus mayores que les permita desarrollar un criterio
y personalidad acorde a su edad, los niños no son capaces de discernir acerca
de lo correcto e incorrecto, de la fantasía y la realidad. De esta forma, la
televisión se transforma en un ejemplo que educa con sus contenidos, más allá
de ser una fuente de entretención.
En otras palabras, si no se tiene
un criterio formado, no se pueden “filtrar” los contenidos que se muestran en
pantalla. Por este motivo, es delicado “bombardear” con imágenes violentas,
entre otras cosas. Programas como los de la lucha libre –que a más de un niño
le costó la vida, tratando de imitar a sus ídolos en casa- y ciertos dibujos
animados, debieran ser vistos con la supervisión de algún adulto que pudiera
explicar lo que se está viendo, y de esta forma, que el niño entendiera que
sólo es una producción ficticia.
El tema de los reality shows y
las mismas noticias, muchas veces muestran imágenes que impactan profundamente
en la psicología del niño y el adolescente, como es el caso de las coberturas
periodísticas en zonas de guerra.
Ignacio Ramonet, periodista y
director de Le Monde, entre “más sangre, más se vende”, y por lo tanto, los
temas preferidos por los medios de comunicación son guerras, temas policiales y
políticos, pues “desde que la información se convirtió en mercancía, lo que
interesa a la gran masa, es lo que hay que cubrir” agregó.
El sexo, también es altamente
utilizado en los medios y, quizá una de las consecuencias de ello, es el
despertar sexual de personas cada vez más jóvenes. Según las estadísticas, la
edad promedio del inicio sexual es alrededor de los 14 años en los varones y 16
en las mujeres. Esta curiosidad por el sexo, tema tan utilizado en los medios,
sumado a la falta de educación sexual, ha llevado a cifras alarmantes el
contagio del VIH SIDA entre los jóvenes, así como el aumento de embarazos y
abortos entre los adolescentes.
Otro tema es la publicidad que ha
impuestos determinados estereotipos de belleza, lo que ha causado no sólo a la
muerte de conocidas modelos, sino también, ha promovido un cambio social en el
concepto de lo que es “estético”.
Muchas adolescentes ven en las
modelos publicitarias, sus referentes de belleza, y creo que el estar
bombardeadas por un estereotipo estético impuesto, ha conllevado a masificar
enfermedades como la bulimia y la anorexia, debido al único fin... conseguir
los parámetros deseados. Éstos son sólo algunos de los temas que preocupan a la
sociedad actual, pero ¿qué podemos hacer ante la gran influencia de la
televisión?
Primero, creo, es importante
saber que la programación en TV se establece para atraer a un público objetivo
determinado. Las razones por las cuales las personas se sienten atraídas por
los programas se relacionan con el conflicto, cercanía, sexo, supervivencia y
seguridad, reconocimiento de personalidades, curiosidad y entretenimiento. Con
esos elementos en mente, el programador debe definir el público objetivo,
comprar o producir programas, seleccionar y combinar el material y “venderlo”
al publico objetivo.
Esto varía según TV abierta o
cable, y también depende del alcance o cobertura del medio o, si éste tiene, o
no, fines de lucro.En televisión abierta, la aparición del people meter, con
sus mediciones instantáneas de sintonía minuto a minuto, ha obligado a los
canales de TV a ajustar en vivo su programación según los resultados que se van
obteniendo. El horario “prime time” (19:30 a 23:30 Hrs.) es el de mayor
sintonía. Por ende, es el momento en que los medios reciben los más altos
ingresos y donde se da una gran batalla por los puntos de sintonía, esenciales
para los ingresos publicitarios, que alcanzan millones de dólares.
Time Ibope -Instituto Brasileño
de Opinión y Estadística- es el resultado de una alianza entre dos empresas
responsables de exitosas experiencias de medición de hábitos de audiencia
televisiva por medio del sistema PEOPLE METER, en América Latina. La empresa,
es el principal proveedor de información de audiencia de medios para la
industria local y es el especialista en este tipo de investigación,
contribuyendo al desarrollo de la actividad publicitaria gracias a la entrega
de resultados confiables y oportunos acordes a las necesidades de información
de sus clientes.
Lo que buscan los diferentes
mecanismos de estudio de audiencia, se basa en el modelo comercial privado y
competitivo estadounidense que ha priorizado el rating (tamaño y composición de
la audiencia alcanzada) por sobre la calidad de éstos, como ocurre en Europa.
En el caso del modelo estadounidense, la publicidad es quien financia el
sistema y por lo tanto, se necesita saber el tamaño y características de la
audiencia.
Según estas perspectivas, la
televisión debe crear programas que sean “comerciales”, y para ello, muchas
veces recurren a los los temas que más venden: sexo, violencia, morbo y
conflicto. En esta arista, aparece el fenómeno de los reality shows, que se han
masificado en occidente, con niveles históricos de sintonía e ingresos por
conceptos de publicidad.
Personalmente, creo que el tema
de fondo radica en la diversidad. Para mí lo importante es que la televisión
muestre diversidad de contenidos y programación. No es problema que canal x
emita determinado programa en z horario, pero sí es preocupante que la mayoría
de los canales de señal abierta, en el mismo horario, muestren programaciones
similares, sobre todo si éstos, tienen contenidos superficiales, donde el morbo
y la curiosidad por saber la intimidad de una persona, pasa a ser el tema
noticioso de la semana, la portada de un diario y da origen a otros programas,
donde el cotilleo (chisme, habladuría, opinología, cahuín, en fin... como le
llamen ) y la invasión a la privacidad son escandalosas, al punto de poner en
riesgo la vida de los propios protagonistas –como ocurrió con la persecusión
hecha el 2005, por un canal chileno, a la modelo Carolina Ardohain “Pampita” y
su pareja, el actor Benjamín Vicuña– .
Creo que el rol de los medios de
comunicación no sólo es informar y entretener, sino también formar y crear
opinión. A los comunicadores nos educan con una visión donde los temas
delicados y las personas deben ser nuestra prioridad, en un medio de
comunicación, los periodistas somos un puente entre las autoridades y el
público, entre la verdad de los hechos y la opinión pública, somos
promoveedores del desarrollo humano. Informándonos y argumentando con
fundamentos, podemos crecer como individuos sociales, lo que jamás debemos
dejar de ser, y que debemos validar, incluso a través de la Televisión, que
también nos puede educar si lo exigimos como público.
Fuentes:
“La Prensa” Selección de los mejores artículos de Le Monde Diplomatique
“Gestión de Radio y TV” Godoy, Sergio
Charla : “Coyuntura Internacional de Guerra y Medios de Comunicación” Gomez Pablos, Amaro“People Meter” Trabajo de Investigación
Comentarios
La tele no tiene la obligación de educarnos pero sí debe ser un medio alternativo válido para mantenernos informados con gran rigor (y no distorsionar nuestra visión de lo que nos rodea) Salva