El más devastador evento sísmico
que la humanidad recuerde, se conmemora este 22 de mayo. Hace 50 años y a las
15:11 hora local del domingo 22 de Mayo de 1960, el centro y sur de Chile
fueron asolados por los efectos del terremoto más devastador que se recuerde en
la historia de la humanidad hasta nuestros días.
El llamado “Gran Terremoto de
Valdivia”, con sus 9,6 grados en la Escala de Richter y 3 minutos y medio de
duración (aunque se estima en 14 minutos a nivel de registro geológico) deformó
para siempre la costa chilena, afectando gravemente desde la VII hasta la XII
región (aunque se sintió en todo el cono sur) y movió el eje de la tierra en 3
centímetros.
En el sur de Chile, los sismos son causados por el roce entre la Placa Continental y la Placa Oceánica Antártica y el Terremoto de Valdivia, con sus 37 epicentros y tres Tsunamis, liberó una energía que corresponde al 35% de la totalidad de la energía liberada por los restantes terremotos producidos en el planeta desde 1900 hasta 1997.
Si bien hubo un primer terremoto
el día 21 de mayo que alcanzó los 8 grados, el del día 22 sobrepasó los límites
de lo imaginable. Los 37 epicentros actuaron como una gran cadena, de Norte a
Sur en una extensión de 1.350 kilómetros, lo que constituyó unos 400.000 km2 de
superficie afectada.
Olas de 20 metros asolaron y
deformaron la costa chilena, dejando miles de muertos y millones de
damnificados. La destrucción total de poblados y grandes olas también llegaron
a las costas de Hawai y Japónn, donde causaron más daño y muerte.
Testigos y sobrevivientes
explican que la tierra se abrió y que se movía como una ola. Las construcciones
y árboles caían como palitroques y las casas en ruinas y ríos desbordados.
Cuando cesó el gran terremoto, a los veinte minutos llegó la primera ola de 4
metros, y como si la tierra se hundiera o el mar se levantara, arrasó con todo
a su paso. Luego vino la segunda, y después la tercera con más de 20 metros.
Además de provocar la erupción
del volcán Puyehue, ubicado en el sur del país, el terremoto de Valdivia cambió
para siempre la geografía del sur y centro sur de Chile. Islas que aparecieron,
otras que se hundieron, los ríos cambiaron su curso, nacieron lagos y aquellas
granjas que delimitaban las zonas agrícolas, hoy son parte de las aguas del mar
que se internó hasta 100 kilómetros tierra adentro.
Este fenómeno en un principio fue
atribuido a un aumento del nivel de las aguas del mar, pero luego se explicó
que la verdadera razón fue que el terreno, a lo largo de 30 Km. y 500 Km. de
ancho, se hundió de golpe, unos 2 metros.
Son 50 años que han pasado de
esta pesadilla, sin embargo el terremoto ocurriodo el 27 de febrero nos hizo
recordar lo vulnerables que somos ante la naturaleza cuando nos muestra su cara
más amarga, y nos dice una vez más que somos nosotros los que debemos
adaptarnos a ella y no ella a nosotros…
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