Ansiedad: aprende a controlar tus emociones


En España, han aumentado en 10 millones la venta de ansiolíticos, en los últimos cinco años. Una tendencia al alza que se repite en los más diversos países del mundo.

¿De donde nace la ansiedad? ¿Qué mensaje nos envía? La clave para su solución es llegar al origen del problema, saber de dónde y cómo se origina, averiguando sus causas. Acá decimos cómo detectarla y evitarla…

Contrariamente a lo que se piensa, la ansiedad no siempre es negativa. Si esta no es excesiva, la ansiedad cumple una función adaptativa que ayudan a afrontar ciertos requerimientos y exigencias. Para el especialista Francisco Javier Labrador, la ansiedad debiese ser un “aliado mental” del que no debe abusarse.

La ansiedad aparece como una reacción instintiva del organismo frente a una amenaza. Sin embargo, las hay de 2 tipos, según los especialistas. La ansiedad positiva y la negativa.

Un estado de ansiedad positivo es cuando una circunstancia determinada le justifica y pone en marcha los mecanismos para afrontarla. Sin embargo, es negativa cuando la tensión persiste incluso después de haber pasado la situación causante, transformándose en una patología que promueve un estado incontrolable de tensión.

La ansiedad es algo que puede pasarle a todos, sin embargo, los adultos están más propensos debido a las circunstancias cotidianas, el estrés laboral, los problemas económicos o la salud. Por lo tanto, la ansiedad está relacionada con las grandes inquietudes del ser humano (seguridad económica, estabilidad emocional, salud) y cualquier amenaza y miedo a perder este equilibrio, se transforma en angustia y ansiedad.

La forma en que ésta se manifiesta es el nerviosismo, insomnio, deseos de llorar, colon irritable, vértigo, náuseas u otros más graves como ataques de pánico o crisis de angustia.

Pero ¿cómo prevenir?
Buscar un medio ambiente más armónico, enriquecer nuestras relaciones evitando la manipulación y fricción de las mismas, así como evitar que se acumule tensión, aprender a discernir y separar los problemas personales de los laborales, asumir los fracasos sin desesperanza, aprender a renunciar cuando sea necesario, mejorar la capacidad de adaptación a las circunstancias, tener un pensamiento positivo y constructivo, fomentar el cuidado del cuerpo y mente con ejercicio y aprender técnicas de relajación y descansar son algunos métodos que ayudan a evitar que la ansiedad natural se transforme en una patología destructiva.

En síntesis, la clave para mantener la calma es hacer la cosas lo mejor que se pueda, c on entusiasmo y honestidad, alejando los miedos. Por otro lado, el aprender a aceptarnos como somos, liberar prejuicios que obstaculizan los comportamientos y bajar las expectativas respecto de nosotros y de otros, y así dejando fluir las relaciones con armonía. Finalmente, aprender a disfrutar uno mismo, liberarse de las culpas y rompiendo esquemas… ¿porqué unas vacaciones deben ser excelentes?, ¿porqué no puedo quedarme en casa un sábado si me apetece? Lo mejor es dejarse llevar por lo presente y relajarse.

Fuente: Informe “De la ansiedad al coraje: cómo se pone en marcha, lo que dispara la tensión y estrategias anti-ansiedad” (Elisa San Cristóbal). Revista Psicología Práctica, 2010.

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