Fue hace más de 40 años que el científico de la NASA, Jack Nilles,diseñó esta modalidad en Estados Unidos para contribuir a la crisis petrolera existente. Como sabemos, de las crisis nacen oportunidades y transformaciones por lo cual una emergencia sanitaria como el Coronavirus traería efectos de toda índole consigo.
Dado
que hemos debido adaptarnos al nuevo contexto que nos ha llevado al aislamiento
y promover la distancia social en la medida de lo posible, las empresas,
instituciones y entidades de educación han debido fortalecer el trabajo a
distancia y las aulas virtuales para continuar con los procesos productivos y
educativos. Más que nunca entonces, tomó fuerza el proyecto que el año 2018
había enviado el Presidente Sebastián Piñera al Congreso, buscando regular el
trabajo a distancia y/o teletrabajo en Chile.
Tras
dos años en espera y con carácter de urgencia, finalmente fue despachado el
documento desde la Cámara de Diputados esta semana tras haber sido aprobado con
una mayoría de 88 votos y habiendo incorporado las modificaciones realizadas
por el Senado. Con la firma del Presidente Sebastián Piñera, la nueva Ley se
hará vigente a partir de su publicación en el Diario Oficial.
La misma busca entregar mayor certeza y garantías de los derechos
laborales para quienes puedan desempeñar funciones en esta modalidad en un
contexto actual, recogiendo además los contenidos de los parlamentarios y la
Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Pero ¿qué entendemos por trabajo a distancia? La nueva norma lo define
como aquel trabajo donde se prestan servicios, total o parcialmente, desde un
lugar diferente a las instalaciones de la empresa. Y en el caso del
teletrabajo, se detalla esta prestación a través del uso de medios tecnológicos
e informáticos. Así mismo, se busca regular y garantizar la desconexión digital
entre jornadas, mantener derechos del teletrabajador reconocidos en el Código
del Trabajo y en especial, sin que esta modalidad afecte su remuneración, entre
otros.
Se abre una gran oportunidad para demostrar que es factible entregar un
buen servicio desde un lugar remoto cuando la situación lo amerite; que se
puede contribuir y potenciar el conocimiento, promover la autogestión laboral,
reducir costos en la empresa, mejorar la calidad de vida del trabajador e
incrementa su productividad; que se puede disminuir el ausentismo laboral,
reducir el tiempo en traslados y gastos e incorporar nuevas formas de gestión y
supervisión.
Aunque pueden existir algunas desventajas y claramente no todas las
profesiones y oficios pueden ejercerse a distancia, sí es una opción efectiva
para ejercer labores cuya función es posible de abordar remotamente. El
teletrabajo otorga numerosos aspectos positivos tanto para el trabajador como
la empresa, transformándose en una excelente alternativa y son millones de
personas en el mundo las que trabajan remotamente utilizando la infinidad de
herramientas que Internet, Redes Sociales, Plataformas y App nos permiten.
Chile desde hace años viene considerando la digitalización como un foco
en su política de estado. Un país abierto al mundo y conectado como el nuestro,
requiere de un avance en esta materia y por ello, los primeros pasos en esta
materia se dieron el 2001 con el Programa Nacional de Infocentros. Luego
vendrían hitos como el nacimiento de Chile Compra y Agenda Digital, ambos el
año 2003; la implementación del Portal Chile Atiende el 2013; e
indiscutidamente, la promulgación de la nueva Ley firmada recientemente por el
Presidente de la República, se convierte en un hito para el país en esta
materia.
Dada la contingencia, la nueva norma -cuya vigencia se espera para el
mes de abril- engloba ámbitos como las telecomunicaciones, aspectos legales,
económicos e incluso salud. El desafío entonces es abrir nuevas oportunidades
de mutuo beneficio, fortalecer la calidad de vida de los trabajadores y la
calidad laboral organizacional, así como de entender que el teletrabajo es
trabajo y requiere que las empresas deberán adaptarse paulatinamente a esta
realidad acorde a sus propias capacidades y requerimientos.
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