Desafíos en tiempos Covid-19: contribuyendo al país desde las propias capacidades

Comparto mi segunda columna en el diario electrónico El Dínamo, Esta vez, en el marco de la contingencia del Covid-19 abordamos el rol social de la empresa. de la academia y la sociedad civil para ayudar en el manejo de la crisis.

Ante esto, es necesario un clima de colaboración desde los diversos actores de la sociedad (público, privado, sociedad civil y academia) para unir conjuntamente esfuerzos y sobrellevar de la mejor forma posible esta situación. Esfuerzos que van desde el ámbito de la salud hasta proyectos de ley que buscan apoyar económicamente a las personas y pequeñas empresas, pasando por la creación de TV Educa Chile para niños.
En lo económico, claramente destacan el Ingreso de Emergencia impulsado por el ejecutivo -y que fue recientemente aprobado por la Cámara de Diputados y despachado al Senado- con el objetivo de apoyar a más de 4 millones de personas que dependen de ingresos informales. En tanto que el Fondo de Garantía para Pequeños Empresarios (FOGAPE) ya aprobado por el Congreso -e implementado- busca garantizar una ayuda a mas de un millón de Pymes.
Junto con el trabajo y esfuerzos realizados desde el aparato estatal, también cabe destacar el rol que han ejercido universidades, centros de investigación y empresas, para adaptarse a la situación y aportando al país, en el marco de sus posibilidades.
En muchas de estas organizaciones, al interior de las mismas se han generado nuevos formatos de trabajo, turnos e iniciativas que buscan otorgar mayor seguridad a sus trabajadores y la continuidad del quehacer laboral. Externamente, otras han facilitado y aumentado canales de comercialización on line, cobertura para despachos, flexibilidad en el cambio de fechas así como de enfocar su quehacer en la emergencia.
En lo concreto, ya son muchas las universidades y centros de investigación del país que generan iniciativas para apoyar la creación de insumos médicos en directo beneficio de los trabajadores de la salud, hasta ventiladores mecánicos y la habilitación de laboratorios para toma de muestras, detección y análisis que se suman a la red pública de éstos. Así mismo, muchas empresas también han realizado enormes esfuerzos para adquirir insumos requeridos en la emergencia o aportando importantes recursos económicos. El caso de la CPC, la Fundación Luksic o Moletto son algunos de los ejemplos que hemos conocido en Chile durante las últimas semanas.
Sin embargo también hemos visto que empresas más pequeñas, asociaciones y personas naturales han unido fuerzas y dentro de sus capacidades, mostrar un compromiso y generosidad a toda prueba para ir en ayuda de algunas personas con raciones de comida gratuita o bien organizando “porotadas”. Todo suma.
En tiempos complejos como los de hoy, el aporte que realicen la academia, el sector privado o la sociedad civil no solo implica una responsabilidad social con su entorno, sino que denota generosidad y compromiso. A quienes aún no toman esa actitud, el llamado es a unir esfuerzos para sobrellevar la crisis y mitigar los impactos en la medida de lo posible.
Ningún país del mundo estaba preparado para hacer frente al Coronavirus y sus efectos sociales, sanitarios, políticos, económicos… pero estar unidos nos permitirá sobrellevar mejor esta crisis, visibilizar a nuestros líderes y contribuir al entorno.

Comentarios